top of page

Las bombillas ahorradoras amenazan el ambiente y la salud

Foto del escritor: Valeria Barillas RussoValeria Barillas Russo

Por Valeria Barillas


Los focos fluorescentes ahorran energía y recursos monetarios, pero contienen mercurio en vapor, un metal tóxico para los seres humanos y el medio ambiente. En Guatemala, no existe un manejo adecuado para este tipo de desechos. Tampoco hay campañas de información que alerten sobre los riesgos de estas bombillas y el modo adecuado de tratarlas.

El Convenio de Minamata entró en vigor en el 2017 en Kumamoto, Japón, con el fin de ayudar a los países a controlar la circulación del mercurio y adoptar alternativas más seguras para la salud. El tratado debe su nombre a una ciudad nipona, donde a finales de 1950, los ciudadanos sufrieron envenenamiento por este metal líquido vertido en las aguas de la bahía.


El acuerdo establece que las lámparas fluorescentes deben tener un contenido máximo de 15 miligramos de este elemento. Guatemala no ratificó este convenio, por lo que ingresan bombillas de bajo consumo provenientes de China con un alto porcentaje de mercurio.

En el país existen empresas como Ecotermo y Biotrash dedicadas a la disposición final de estas bombillas. El tratamiento es costoso por lo que pocas compañías pueden contratar sus servicios. El resto de los focos fluorescentes son descartados en los basureros sin ningún manejo especial.



De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud la inhalación de mercurio puede producir daños en el sistema nervioso central, inmunitario, pulmonar, digestivo, renal y perdida de la memoria.

Los japoneses Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura encontraron la solución a este problema con la invención de la bombilla LED. Estas luces ofrecen ahorro económico y una mayor vida útil (alrededor de 5 años encendidas). Además, de no incluir sustancias tóxicas como el mercurio.


 
 
 

Comments


© 2021 por Valeria Barillas Creado coh Wix.com

bottom of page